Cuando hablamos de comercio electrónico solemos entenderlo como la «compra y venta de productos o de servicios a través de medios electrónicos». ¿Os habéis parado a pensar en todo lo que influye en la posibilidad de que se realice ese intercambio en los medios electrónicos? No solo hablamos de crear tienda online y algo de marketing digital con algunas campañas en plataformas de PPC y algo de SEO, sino en el esfuerzo que debe hacer la empresa para encajarlo en su visión de negocio cuando no es digital de manera nativa y la cantidad de recursos que debe poner sobre la mesa para que funcione, cuando lo es.
Y es que en el comercio electrónico no basta con crear una tienda online y empezar a vender, el éxito depende del esfuerzo dedicado al proyecto, y debemos comenzar analizando el entorno digital en el que nos vamos a mover: situación del mercado, tendencias de venta de productos, competencia, inversiones publicitarias, etc. Pero cuidado, no nos olvidemos que hay trabajo offline que hacer: contacto con proveedores, gestión de empleados, logística de envíos, disponibilidad de stock y muchas otras. Cualquier comercio electrónico está formado por el universo digital y el tradicional, y la tarea más compleja es hacer que ambos encajen.
En este artículo queremos ir a un concepto más profundo de comercio electrónico, en el que confluyen las ideas con la tecnología y la conciencia de que no estás solo en la red. Se hace absolutamente necesario saber pensar y moverte entre tu competencia, y para eso es necesario contar con una estrategia robusta que te permita adquirir la información necesaria para avanzar.
La estrategia es el eje del comercio electrónico
Todo proyecto necesita un eje en torno al cual construirse. En Nozion afirmamos que éste no es otra cosa que la estrategia digital. Y es que ésta no consiste en un documento donde hablar de qué objetivos se persiguen y qué tienes que hacer para conseguirlos. Aunque estos puntos son, sin duda, importantes, una estrategia debe partir del concepto del análisis externo, donde el mercado y la competencia serán claves para construir el futuro de nuestro negocio.
Un comercio electrónico va más allá de las acciones. Todos podemos invertir dinero en Google Ads y esperar a que la gente llegue a nuestra tienda online. Desde nuestra humilde experiencia, esto no es suficiente en el medio y largo plazo. Un negocio debe ser robusto en internet y, para ello, debes tener el conocimiento necesario para que tus decisiones vayan en la dirección adecuada. Ese conocimiento se adquiere del análisis exhaustivo de la situación actual del entorno y del propio negocio, siendo consciente de que en la red el entorno es todavía más volátil que en el offline y deberás estar constantemente alerta a cambios ajenos a tu planteamiento inicial.
Una estrategia digital debe plantearse desde un punto de vista global, en el que lo más importante es conocer los límites de tu propio negocio y cómo actúa tu competencia. Solo así podrás tomar decisiones para ampliar esos límites y focalizar tus esfuerzos en aquello que no está haciendo tu competencia, algo similar a lo que dice la teoría de los océanos azules de la que ahora hablaremos.
El conocimiento del entorno y los océanos azules
La estrategia del océano azul es una teoría ideada por los profesores W. Chan Kim y Renée Mauborgne en 2005, pero que viene bien recordar para ilustrar todo lo que se menciona en este artículo. Esta teoría habla de una forma de ganar mercado y descubrir líneas de negocio con las que ampliar las posibilidades de cualquier empresa. Consiste, de manera muy básica, en conocer cuáles son los espacios donde la innovación produce verdaderos saltos de valor.
Según la teoría, que en sus inicios no se aplicó al universo de la transformación digital, debemos concebir al mercado como dos océanos. El océano rojo está formado por todas las empresas existentes y nichos ocupados, donde es muy difícil destacar y la competencia es brutal; mientras que el océano azul es aquel en el que tiene cabida la innovación, espacios donde existen oportunidades de generar un crecimiento rentable a un plazo superior. Son condiciones indispensables de los océanos azules priorizar el conocimiento y la estrategia, analizando la demanda y mirando más allá de esta.
Como cualquier teoría, sobre el papel resulta atractiva y es fácil hacer tuyas las palabras que con éstas se escriben. La dificultad se establece en momento de aplicarla. ¿Cómo llego a las conclusiones que me hagan identificar océanos azules? ¿Realmente siguen existiendo esos océanos azules o ahora mismo todo es de color rojo? Es complicado, no nos vamos a engañar. En el comercio electrónico su aplicación se basa en configurar el futuro; mientras que cuando la teoría inicial surgió la mayoría de empresas digitales ya estaban instauradas y eran fuertes, en la actualidad tenemos un entorno absolutamente cambiante, con la aparición constante de nuevos negocios digitales con ideas innovadoras que se han atrevido a plantear otra forma de hacer las cosas.
Cuando hablamos de un océano azul en el comercio electrónico no hace falta ser completamente transgresor y cambiar el negocio de arriba a abajo. Se trata de pensar, ¿cómo puedo ofrecer lo que ya ofrezco y ofrece otra decena de empresas de manera diferente? Podríamos afirmar que incluso conviene hacer uso del pensamiento lateral, dejar de lado las convenciones e imaginar formas que en un principio puedan parecer irreales.
A donde queremos llegar, realmente, es al hecho de que para localizar esos océanos azules en el comercio electrónico es necesario poseer el conocimiento que te permita tomar decisiones. Debes formar a tus empleados en el entorno digital, conocer cuáles son los límites de tu negocio y de tu sector (y también los de tu competencia), analizar clientes que pueden ser potenciales compradores de tu producto o servicio pero no lo están comprando y su porqué y, en definitiva, tener constancia de los puntos críticos de tu negocio para saber cuál es el punto de partida a partir del cual debes empezar a expandir esos límites.
Pensar es necesario, pero para ello debes conocer primero. Por todo ello, hacemos hincapié en que una estrategia es algo necesario, puesto que debemos avanzar sobre terreno seguro. Al final, la información nos permite pensar en cuál debe ser la siguiente decisión para avanzar e incluso descubrir nuevas líneas de negocio.
Un comercio electrónico es pensar
A modo de resumen, en el universo del comercio electrónico no basta con crear una tienda online y ponerse a vender, como muchos intentan hacer creer. En la actualidad disponemos de multitud de herramientas que nos permitirían hacer esto a un coste bastante reducido, plataformas predefinidas con las que puedes subir tu producto o servicio a internet de una forma relativa sencilla, pero si eso es lo que estás buscando, desde Nozion creemos que te estás equivocando.
Somos conscientes de que vivimos en un mundo donde la velocidad es fundamental, el ritmo es increíble y debemos estar constantemente en movimiento. Calma. Párate a pensar lo que estás haciendo y cómo lo estás haciendo. Dar el salto al digital significa construir un entorno de comercio electrónico que va más allá de crear una tienda online con Prestashop o Shopify y ponerse en circulación con cantidades ingentes de inversión publicitaria. ¿De qué sirve vender algo que la gente no necesita? ¿De qué sirve vender algo que venden otras cien empresas de la competencia de la misma manera en que lo hacen ellas?
Párate a pensar en cosas fundamentales. ¿Tienes la infraestructura necesaria para hacer frente a la venta en internet?¿Sabes cuál es el punto en el que comienzas el viaje? ¿Tus empleados tienen formación sobre sus nuevas tareas? En 10 años de experiencia hemos ayudado a multitud de negocios que flaqueaban en estas tres preguntas, con proyectos muy interesantes pero que habían aterrizado en el universo digital como un elefante en una cacharrería, si nos permitís la licencia. Por eso, siempre abogamos por la calma y la reflexión. El conocimiento es necesario para el éxito de un comercio electrónico; contar con una buena estrategia digital te ayudará a que ese conocimiento te permita pensar en decisiones acertadas con las que seguir creciendo. No nos cansaremos de afirmar que la correcta gestión de un comercio electrónico consiste en pensar.