Cuando hablamos de comercios electrónicos siempre nos detenemos a analizar variables tales como la usabilidad, el diseño y, a fin de cuentas, qué estrategias seguir para facilitar al máximo las cosas a nuestros usuarios, pero no es hasta más avanzado el proceso cuando nos detenemos a tratar el proceso de compra y la integración del TPV Virtual. Y es que todos los caminos llevan a Roma, puesto que una experiencia de compra sencilla y cómoda permite aumentar la tasa de conversión desde el punto de vista del negocio y hacer crecer la satisfacción del cliente desde el otro lado.
Cuando se aborda un proyecto de tienda online, uno de los puntos más importantes es la parte final del proceso de compra, en la que el cliente debe abonar el pago del pedido. Es en este punto donde nuestra experiencia nos asegura que más cuidado y mimo hay que tener del cliente, pues es aquí donde se encuentra el momento clave de nuestro embudo de conversión. ¿Os imagináis que alguien quiere comprar unas zapatillas y le es imposible pagar? Pues de estas hemos visto algunas o, más a menudo, que ese proceso de pago es de lo más engorroso, lo que decepciona al futuro cliente y le hace decidirse por otra tienda de la competencia.
Sin duda, quien no establece un proceso de compra efectivo en pocos pasos está dejando de ganar multitud de clientes, pues les está complicando la vida y, ¿quién quiere en estos momentos que le compliquen más la vida? Ponles las cosas fáciles a tus futuros clientes y ellos te elegirán a ti. Precisamente para poner las cosas fáciles y permitir la compra en Internet, las entidades bancarias ponen a disposición de los comercios electrónicos un sistema de pasarela de pago, vinculado con tu cuenta, llamado TPV Virtual.
¿Qué es un TPV Virtual?
Cómo seguro sabéis, realizar pagos en metálico a través de Internet es prácticamente imposible a no ser que aceptemos pagos contra rembolso; el método de pago más extendido es, sin duda, el pago con tarjeta. Por ello, las entidades bancarias se pusieron las pilas y crearon el servicio para cualquier negocio con presencia en Internet, el llamado TPV Virtual o Terminal de Punto de Venta Virtual.
El TPV Virtual no es otra cosa que un sistema de pago que permite realizar un abono con tu tarjeta de crédito o débito desde Internet y que se sincroniza con la cuenta bancaria del receptor, por supuesto, creada en el mismo banco que te proporciona el servicio y que se lleva una comisión a cambio. Su compatibilidad es total con cualquier tipo de tarjeta (aunque sería necesario consultarlo con la entidad), desde MasterCard hasta Visa pero, como en todas partes, se necesitan ciertos requisitos para contar con este servicio bancario.
¿Qué necesito para tener un TPV Virtual?
En primer lugar y como hemos dicho, necesitarás una cuenta bancaria en aquel banco al que solicites el TPV Virtual, ya que ésta será la receptora de los pagos que se realicen a través de tu página web. Lo más seguro es que en el proceso de solicitud, si no tienes ya dicha cuenta, te hagan hacértela, así que aprovecha que estás en la sucursal, ya que para solicitar este tipo de servicio es recomendable que acudas físicamente al banco. Tampoco debemos olvidar que el servicio no es gratuito y generalmente conlleva un coste de apertura (aunque cada vez más se esfuerzan en que no lo haya) más posteriores comisiones por cada uso, además del coste de mantenimiento mensual.
Tras la solicitud, tendrás que esperar unos días (depende de cada banco establecer cuántos), ya que la misma deberá ser aprobada por la entidad y, una vez pasado el trámite, te darán los datos necesarios para configurarlo en tu tienda online. Una vez con los datos, deberás realizar diferentes simulacros de compra para que la entidad confirme su funcionamiento, tras lo cual te darán los datos necesarios para pasar a producción.
¿Qué tipos de TPV Online existen?
Tantos como entidades bancarias haya. Sin embargo, los más extendidos son los de aquellas más fuertes que, al final, son las que más confianza transmiten. Algunos de ellos son los de BBVA, ING, Banco Santander o Bankia, de los cuales os exponemos su información a continuación por si estáis en un proceso inicial de decidir qué banco debería gestionar vuestro dinero en un proyecto de tienda online:
TPV Virtual de BBVA
- Alta gratuita
- Cuentan con tarifa plana
- Comisión del 1,10% + cuota mensual según facturación (hasta 20.000€ anuales solo la comisión)
TPV Virtual de ING
- Alta gratuita
- Sin coste de mantenimiento si totalizas más de 500€ al mes. Si a partir del segundo mes tu totalización fuese menor, te cobrarían 19 € ese mes.
- Comisión del 0,50% para tarjetas europeas; 0,50% + tasa de intercambio para el resto
TPV Virtual de Bankia
- Alta gratuita
- Comisión de 0,33€ por compra con tarjeta de débito y 0,76% con tarjeta de crédito
- La cuota mensual es de 25€ con una facturación de hasta 1.000€ al mes, 10€ entre 1.000€ y 5.000€ y gratis para facturaciones superiores a 5.000€
TPV Virtual de Banco Santander
- Alta gratuita
- Sin cuota de mantenimiento
- Comisión del 0,90% sin mínimo de gasto o 0,85% con un mínimo de gasto de 0,35€.
¿Tengo alternativas si no quiero utilizar un TPV Virtual?
La respuesta es sí, pero la cuenta bancaria deberás tenerla, ya que se necesita un “recipiente” donde vayan los pagos realizados en tu tienda online. Existen métodos de pago alternativos que son absolutamente válidos y, en ocasiones, incluso mejores que los TPV Virtuales. No mejores por eficacia, que al final siempre nos fiaremos más de ver el logotipo de una entidad bancaria conocida, sino a niveles de usabilidad.
Métodos de pago online tan extendidos como PayPal nos garantizan el pago online sin necesidad de tarjeta, ya que generalmente nuestra cuenta en dicha plataforma ya está vinculada a una cuenta bancaria. Por supuesto, PayPal también establece un método de pago con tarjeta si fuese necesario. Lamentablemente es requisito estar registrado en PayPal y tener la cuenta correctamente configurada (a no ser que utilices tarjeta), algo que incluso hoy en día es más complicado que tener una tarjeta de crédito o débito.
Otro método de pago que nos ha funcionado genial es Stripe. Esta plataforma no necesita una cuenta por parte del usuario, pero sí una tarjeta de crédito o débito. No deja de permitir el pago habitual con tarjeta que podría hacer nuestro TPV Virtual pero con una pasarela externa al mismo, por no deciros que ni siquiera es necesario ser redirigido a dicha pasarela, ya que con una correcta integración todo el proceso se desarrolla en nuestra página de pago. Como pega de Stripe, el dinero queda retenido durante unos días hasta que se te abona en la cuenta, así que debes saber que un día concreto del mes recibirás toda la cantidad abonada a través de esta plataforma.
Tanto PayPal como Stripe son completamente fiables y sus paneles de control permiten gestionar devoluciones y otro tipo de incidencias pero, por supuesto, también se llevan una comisión por cada uso por parte de los clientes. En el caso de PayPal la comisión va desde el 3,4% + 0,35€ hasta el 1,9% + 0,35€, en función de la facturación; cuanto más vendas, menos comisión pagas. Mientras que en el caso de Stripe, pagarás un 1,4 % + 0,25 € para tarjetas europeas y un 2,9 % + 0,25 € para no europeas.
¿Qué es lo recomendable?
Nunca dejes de utilizar un TPV Virtual de tu banco. ¿Por qué? Pues porque generan confianza y es la opción más elegida por los clientes. Aun a día de hoy pagar por Internet despierta recelo, por lo que mucha gente al ver un pago digital por plataformas como PayPal o Stripe les va a echar para atrás. Además, todos estamos acostumbrados a ser taladrados por Bankia, Banco Santander, BBVA y compañía a través de su publicidad en multitud de plataformas, por lo que te garantizamos que van a ser los escogidos si el usuario tiene dónde elegir, y DEBE tener dónde elegir.
Nuestra recomendación es que combines los métodos de pago. Junto a tu TPV Virtual nunca sobrará una plataforma digital como PayPal que, cada vez más, se está convirtiendo en obligatoria. Si, además, quieres facilitar todavía más el pago con tarjeta y no te importa la comisión ni que retengan tu dinero unos días, Stripe es una buena y fiable elección. Por lo tanto, no es extraño ver tiendas online que te permiten pagar mediante TPV Virtual de la manera habitual o te dan a elegir a hacer el pago por PayPal o un pago exprés por Stripe. Ningún método de pago es excluyente y cuánto más facilitemos la compra al cliente, mejor. Por supuesto, no dejes de valorar económicamente las comisiones que suponen su utilización.
Si necesitas ayuda para la integración del TPV Virtual en tu tienda online, en Convershare estamos para ayudarte. Contacta con nosotros y estaremos encantados de atenderte.