En esta publicación vamos a definir cómo establecer los objetivos de negocio y relacionarlos con el plan de marketing digital de nuestra empresa. ¿Cuáles son los propósitos de nuestro proyecto digital? Y, sobre todo, obviando las ventas… ¿Qué pretendemos conseguir con nuestro negocio digital?
¿Por dónde comenzar a marcar los objetivos de negocio?
En primer lugar, hay que marcar el objetivo de negocio básico o principal. A grandes rasgos, hay cuatro objetivos que son habituales y que son tendencia en los comercios digitales. Los objetivos de negocio más habituales son:
- Ventas y las transacciones digitales cerradas.
- Leads y el desarrollo de listados de contacto sobre los que trabajar las acciones de marketing digital.
- Contenidos y su consumo.
- Suscripciones y ventas periódicas de un producto o servicio.
Teniendo estos objetivos sobre la mesa, no se trata de limitar todo tu negocio a la elección de uno de estos objetivos, sino que estos objetivos pueden encontrarse en diferentes etapas del customer journey. Si bien es cierto que hay negocios digitales que se limitan a un único objetivo, como puede ser el caso de Netflix y las suscripciones, se puede seguir la naturaleza de estos objetivos como caminos a recorrer para recurrir en la compra de tu cliente final. Por ejemplo, si tu negocio digital es un ecommerce enfocado en ventas de cierto producto, puedes utilizar acciones que se identifican con la captación de leads para ejecutar en un futuro acciones de email marketing sobre estos usuarios.
Con este punto de partida claro, es el momento de establecer la facturación que entendemos necesaria para que nuestro proyecto digital sea sostenible a largo plazo y rentable. Este es un punto de inflexión para muchos proyectos digitales. Un gran número de negocios digitales fracasan por una incorrecta estimación de los objetivos de negocio que deben buscar y perseguir. Por ejemplo, si nuestro negocio digital, entre gastos variables y fijos, ha necesitado un desembolso de 80.000 euros… ¿Por qué no marcar como objetivo del primer año una facturación de 200.000 euros?
Objetivos SMART
La pregunta anterior se responde con el criterio que se identifican con los objetivos SMART. Con estos criterios, conseguimos seguir una línea recta para conocer si los objetivos que planteamos son viables o no y, sobre todo, si tienen sentido o no. Estos adjetivos son los que tienen que cumplir los objetivos de nuestro negocio:
- Alcanzable. El público objetivo que perseguimos debe existir en el mercado y tener cierta notoriedad. Por ejemplo, vender 2.000 euros en productos de piscina para personas que viven en zonas con un clima frío quizá no sea alcanzable.
- Específico. El objetivo tiene que ser claro y muy concreto. Este adjetivo intenta evitar el clásico “quiero vender mucho”. Un buen ejemplo de objetivo específico es facturar 60.000 euros en los primeros 12 meses.
- Realista. Se requiere cierto criterio basado en la objetividad de los datos con los que disponemos. ¿Con nuestros recursos podemos alcanzar al público objetivo e impactarles lo suficiente para poder generar esta cantidad de ventas?
- Medible. Para acompañar los tres adjetivos anteriores, es imprescindible que los objetivos sean medibles de manera cuantitativa. No solo para tener el control de lo que sucede en tu proyecto digital, sino para poder hacer un adecuado seguimiento y detectar nuevas opciones de optimización.
- Concreto en el tiempo. Los objetivos de negocio tienen que estar acotados en el tiempo.
Como ves, los grandes objetivos de nuestro negocio requieren de una visión de realidad y probabilidad de logro muy necesarias. Una vez tenemos claros los objetivos, los tenemos que trasladar a métricas web y traducirlos a KPIs que se encontrarán incluidos en un plan de medición digital.
En Nozion, te ayudamos no solo con reorientar los objetivos de tu negocio, sino a construir toda una nueva estrategia digital para que llegas a nuevos límites digitales con tu empresa, ya sea un nuevo negocio o a través de una transformación digital.